¿Fernando, cómo estás?
Muy bien y tú, José Manuel, muy contento de estar aquí contigo.

Qué bueno, muchas gracias. La idea de hoy, Fernando, es hacer una entrevista para los lectores de nuestra nueva revista Somos Fox, que estrenaremos muy pronto y, pues, que nos platiques un poquito de todo. Bueno, primero que nada, sobre los orígenes de Grupo Fox. ¿Cómo y cuándo nació la empresa? Cuéntanos un poquito de esa historia.
Hay que regresar muchos años, ¿no importa?

– No, no importa.
Empezamos Grupo Fox en 1992, invité a participar a mi señor Padre, en paz descanse, y a uno de mis hermanos. Empezamos en Quest, en la parte de refractarios. De Quest migramos al área metalmecánica, en Monclova, Coahuila. Yo me fui a vivir a Monclova, estuve viviendo allá alrededor de 8 años aproximadamente.

¿Qué edad tenías?
Estaba chavito, jaja, tenía unos 35 años. Llegué y fue muy interesante porque encontramos en Monclova una tierra fértil para empezar la empresa. Nos gusta mucho la gente de allá, es muy trabajadora. Además, hay muchas oportunidades de negocios cuando uno tiene la visión y las ganas de encontrarlas, ¿no? Entonces empezamos, como te comentaba, con refractarios y posteriormente iniciamos en el ramo metalmecánico. Y esos son los orígenes de lo que hoy es Grupo Fox.

¿Hay alguna visión y misión que tú hayas creado o que se haya creado para el Grupo?
Pues sí, en realidad para nosotros la parte más importante de Grupo Fox es nuestra gente. Nosotros le damos mucho énfasis a la parte humana, queremos que todos vayamos a trabajar en armonía, con gusto, porque gran parte de nuestras vidas nos la pasamos en el trabajo. Buscamos, pues, dar prestaciones superiores a las demás empresas y crear un lugar de trabajo que disfrutemos. Cuando estás conectado con tu entorno y con tus compañeros, el trabajo es más agradable.

Claro que sí, y cómo podrías describirnos tu estilo de liderazgo, ¿cómo lo definirías?
Pues mi liderazgo es un tanto diferente al común denominador. A mí me gusta delegar mucho, me gusta que cada una de las cabezas de negocio sea el responsable. Yo me voy al resultado, que es lo importante. Gracias a esa forma de trabajar, me ha permitido crecer. ¿Por qué? Porque al principio quizás hay un poquito de curva de aprendizaje, pero posteriormente, ya la gente entiende sus responsabilidades, el trabajo se vuelve más autónomo y productivo. Creo que es importante dar confianza a las personas, que sepan que tienen la libertad de tomar decisiones dentro de su área. Esto los empodera y los hace sentir dueños de su trabajo. En lugar de estar sobre ellos todo el tiempo, les doy las herramientas y el apoyo que necesitan para cumplir sus objetivos. Al final del día, los resultados hablan por sí mismos.

Eso es fundamental, que todos se sientan parte del equipo y dueños de lo que hacen. Ahora bien, Fernando, en todo este trayecto que has recorrido con Grupo Fox, ¿cuáles consideras que han sido los principales retos a los que te has enfrentado?
Mira, los retos siempre están presentes, y cada etapa tiene sus propios desafíos. Al principio, como cualquier empresa, el reto más grande fue la incertidumbre. ¿Saldrá esto adelante? ¿Estamos haciendo lo correcto? Recuerdo que en los primeros años de Quest había días en que no sabíamos si íbamos a poder cubrir la nómina. Luego, cuando decidimos expandirnos, fue un reto adaptar nuestras operaciones y aprender nuevas industrias, como la construcción, el acero y otros sectores. Y por supuesto, conforme hemos crecido, el reto ha sido mantener una cultura organizacional sólida, donde, a pesar del tamaño, la gente se siga sintiendo parte de una gran familia.
Otro reto importante ha sido la parte financiera. Las crisis económicas que ha enfrentado México nos han afectado, pero creo que lo importante es que hemos sabido adaptarnos y ser resilientes. Siempre estamos buscando nuevas oportunidades, reinventándonos cuando es necesario, y eso ha sido clave para salir adelante en los momentos difíciles.

¿Qué es lo que más te enorgullece de Grupo Fox, de todo lo que han logrado?
Lo que más me enorgullece es nuestra gente. Hoy tenemos más de 5,000 empleados directos e indirectos, y cada uno de ellos es parte fundamental de nuestro éxito. Me llena de orgullo saber que hemos creado empleos de calidad, que hemos contribuido al desarrollo de las comunidades donde operamos, y que nuestros colaboradores se sientan valorados. Hemos formado una gran familia, y eso es lo que más me motiva para seguir adelante.

Hablando de futuro, ¿hacia dónde ves que se dirige Grupo Fox en los próximos años?
Nos dirigimos hacia la diversificación y la internacionalización. Estamos explorando nuevos mercados y sectores donde creemos que podemos hacer una diferencia, siempre con la calidad y la innovación como pilares de nuestro trabajo. Queremos seguir creciendo, pero de manera sostenible. Creo que el futuro de Grupo Fox está en seguir innovando, no solo en productos y servicios, sino también en la forma en que hacemos negocios. Queremos ser una empresa que no solo crece económicamente, sino que también tiene un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.

Fernando, para terminar, ¿qué consejo les darías a las futuras generaciones de emprendedores que están empezando en el mundo de los negocios?
El consejo más importante que les puedo dar es que nunca se rindan. Los obstáculos van a estar ahí, siempre, pero lo importante es cómo los enfrentas. Hay que tener visión, pero también mucha disciplina y perseverancia. Rodearse de un buen equipo es fundamental, no puedes hacerlo todo solo. Y algo clave: siempre escucha a los demás, tanto a tus clientes como a tu equipo. La humildad para aceptar que no siempre tienes la razón es vital para crecer como persona y como empresario. Y por último, nunca dejes de aprender, porque el mundo de los negocios está en constante cambio, y si no te adaptas, te quedas atrás.

Muchísimas gracias, Fernando, por compartir tu historia y tus aprendizajes con nosotros.
Gracias a ti, fue un placer platicar contigo y espero que esta entrevista inspire a nuestros lectores.